Cuentan que la oposición del Presidente de la Comisión de Minería del Senado a la sazón JORGE LAVANDEROS preocupaba a la trasnacional, pues ponía en peligro la aprobación del tratado. Nótese, que entre otras cláusulas lesivas para el interés nacional, la Comisión Administradora del tratado, gozaba de un poder prácticamente supranacional sobre la cordillera de ambos países. Era evidente que Barrick no podía arriesgar el rechazo del Tratado, menos tratándose de UN SOLO SENADOR, por lo cual a través de la empresa de lobby Extend, dicen que en esa época Excend contaba con un renombrado político de Santiago, éste invitó a reunirse en diferentes ocasiones al Senador LAVANDEROS, reunión que finalmente se efectuó y a la cual, bajo condición previa del Senador, asistieron sus asesores. La cita se efectuó con dos representantes por Barrick Gold y dos lobistas por Extend. La fuente copuchenta dice tener noticias de algún pago de US$ 60.000.000 para los parcelaros de la zona, que a pesar de la contaminación de las aguas, no constituían una verdadera oposición cerrada al proyecto,. Cabe preguntar, ¿A la sazón Cuánto valía don JORGE LAVANDEROS? Era un escollo para la empresa minera, hombre reconocido por todos los chilenos, como incorruptible, millonario jamás comprado por dinero, que según chismes a regalado poblaciones en Concepción y en Temuco.
Según se comenta, durante una cena, en su entusiasmo argumentativo, el abogado de la empresa Barrick habría afirmado conocer el Tratado Minero durante la década de los noventa, Barrick había estimado fundamental la existencia de instrumentos jurídicos que la habilitaran para explotar en óptimas condiciones el yacimiento de ORO transfronterizo, situado 80% en Chile y 20% en Argentina, y que podía calificarse como uno de los MÁS GRANDES DEL MUNDO. Comparativamente las Minas del Rey Salomón, sería como una llave de oro para ingresar al gran tesoro de Pascua Lama. Por lo tanto, con el ánimo de preservar sus intereses la empresa, no sólo había sostenido desde hacía varios años, un diálogo (léase lobby) con las más altas instancias administrativas y políticas de Chile y Argentina para viabilizar su proyecto, sino que además había redactado el Tratado Minero. Lo sorprendente de lo escrito, no fue sólo la declaración, que los gobiernos de Chile y Argentina, debían firmar un Tratado que había sido concebido y redactado por la transnacional, y que le convenía como anillo al dedo. Aparte de Lavanderos y unos pocos más que se oponían a este asunto, y a la forma silenciosa que se trataba el asunto, ¿Qué pasaba con el resto de ambas cámaras los medios y yo?
La guinda de la torta, es que al destruir una reserva de agua de dos ríos de la zona y devuelta agua solo para regar (no consumo humano ni animal), es que aparte de todo se llevan hasta el último gramo de oro que se va directo a la reserva gringa, no queda ni un gramo aquí, sólo quedará agua sucia, contaminación y enfermedad. (cianuro). Hasta ahora, cada vez que se habla del tema, jamás he escuchado mencionar la parte que le correspondería a Chile ni hablar de los que estamos dentro.
Dicen que el Senador Lavandero encabezó la oposición al Tratado en el Congreso y en el país, recorrió el territorio nacional de un extremo a otro, alertó a los trabajadores, a sus sindicatos, en fin, buscó el apoyo de la ciudadanía, frente a un Estado que dimitía alegremente de su soberanía. Nada de eso bastó pues, contra el voto de algunos senadores de derecha e institucionales, el Tratado fue aprobado con los votos de la Concertación (1997). ¿Perdió Lavandero, perdió Chile?, ¿Será cierto esto que he leído? Sin embargo, el triunfo de la Barrick y sus lobistas chilenos fue de corta duración, pues en el año 2000, el Tribunal Constitucional declaró que los tribunales chilenos no tienen jurisdicción para otorgar servidumbres a yacimientos mineros situados en Argentina. ¿Qué había sucedido? Trece senadores, encabezados por Jorge Lavanderos, quienes arriesgándose enfrentaron a la minera, eventualmente al poder político de las trasnacionales, peleando con discursos y escritos (libros de Lavanderos sobre el Royalty minero, cuestión que finalmente logro en una mínima parte). Ahora peleando solo con una de las mineras MÁS grandes del mundo, en un negociado de oro MAS GRANDE DEL MUNDO, terminó por vencerlo, trocó su vida por cárcel, por un delito no probado (Juicio corto por pedofilia). Estos senadores firmaron un requerimiento de Inconstitucionalidad del Tratado Minero….Según me han contado.
De ser cierto, este capítulo de la historia minera en Chile me demuestra el complejo tejido de influencias y otras cosas que ha rodeado la penetración de algunas compañías transnacionales en Chile. Los mismos personeros que en un momento se declararon por la recuperación del cobre para Chile, se habrían servido de la Ley Minera o Ley Orgánica Constitucional de Concesiones Mineras para mantener un estatuto de privilegio a las transnacionales ¡UNICO EN EL MUNDO! Me pregunto si estas afirmaciones son correctas.
La formalidad no habla majaderías como nosotros, porque simplemente no habla.
Pero en fin, después de una de las profundas reflexiones que me son característica, y porque no llego a nada, vuelvo a preguntarme ¿La pena de cárcel para hombres como don Jorge Lavanderos, no es gran problema creo yo, es gente con mucha riqueza cerebral, mucha creatividad, estas personas cuando se lanzan a un proyecto literario les falta tiempo. Al parecer la cárcel se lo dará.
Sin embargo ¿Cual será la verdadera pena para don Jorge: haber perdido su tiempo en luchar contra molinos a favor de
un pueblo ignorante de cosas como esta, que no está “ni ahí o pelear 1 contra 1.000.000 donde los golpes bajos son cargos NO probados en juicios inconclusos?